Todo comienza con una mise-en-abîme existencial donde Nicolas Cage, en su propio papel de comediante ultrafamoso en su regreso, es un actor endeudado que anhela el gran papel que finalmente relanzará su carrera. .
IMAGEN_PH_0
El papel de su vida
Al poco tiempo de ser rechazado por una producción y endeudado hasta el cuello, finalmente acepta por 1 millón de dólares ir a la fiesta de cumpleaños de su mayor admirador multimillonario, quien también resulta ser un peligroso criminal. Luego, la CIA se pone en contacto con Cage para investigar las actividades delictivas de su anfitrión. Nicolas Cage tendrá que desempeñar el papel de su vida y demostrar que está a la altura de su propia leyenda.
IMAGEN_PH_1
Y entonces, ¿qué da?
Apenas bastan unos minutos de película para redescubrir la increíble variedad interpretativa de Nicolas Cage, dotada aquí de un sentido de autoburla que lo honra. Y no lo hace con moderación, ni mucho menos, interpretando todas las partituras que el guión de Tom Gormican, inteligente, inventivo y ultra referenciado, le ofrece en bandeja de oro macizo.
Ciertas escenas son pura delicia burlesca, como aquella en la que el actor actúa frente a su doble rejuvenecido, maquillado y con peluca como Sailor & Lula (David Lynch, 1991). Nicolas Cage entrega un número imperial y su tándem con Pedro Pascal funciona de maravilla. La película también recuerda a Aline de Valérie Lemercier ya que su enfoque es sincero. El pequeño extra es, por supuesto, la presencia del verdadero Nicolas Cage.
Al final, ningún fanático del actor verá en la compañía el más mínimo deseo de burlarse de él. Por el contrario, la película muestra que Nicolas Cage no ha perdido nada de su talento de oro sólido y que sería bueno que Hollywood lo recordara un poco más a menudo. Para ser visto en los cines a partir del 20 de abril.
