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Multimedia

Más de la mitad de la población mundial tiene un teléfono inteligente

A pesar de la expansión del 5G, algunas regiones del mundo todavía dependen del 3G (e incluso del 2G) para sus comunicaciones móviles. Sin embargo, más de la mitad de la población de la Tierra tiene un teléfono inteligente en el bolsillo.

Según un informe reciente de la Asociación GSM, más de la mitad (54%) de la población, o 4.300 millones de personas, posee un teléfono inteligente. Y entre los 4.600 millones que utilizan Internet móvil, 4.000 millones lo hacen a través de teléfonos inteligentes, mientras que los 600 millones de personas restantes (o el 8% de la población mundial) acceden a ella con un teléfono móvil “anticuado”. ;

¡¡¡Acerque la Internet móvil global!!!

El 69% de los propietarios de teléfonos inteligentes utilizan Internet con un dispositivo compatible con 4G, mientras que el 17% lo hace con un dispositivo 5G, especialmente en América del Norte y la región de Asia Oriental y el Pacífico. Sin embargo, el 69% de los teléfonos inteligentes utilizados para acceder a Internet en el África subsahariana y el 33% en Oriente Medio y el Norte de África son sólo compatibles con 3G. Una señal de que las redes 3G (e incluso 2G) siguen siendo importantes para millones de usuarios en países de ingresos bajos y medios. La cobertura de banda ancha móvil no ha cambiado mucho en el último año, con el 95% de la población mundial cerca de una red adecuada. El 5% restante aún no tiene acceso a esta red, o sea 400 millones de personas.

¡¡¡Unas palabras para Mats Granryd, Director General de la GSMA

“La telefonía móvil es la principal (y, en la mayoría de los casos, la única) forma en que la mayoría de las personas en los países de ingresos bajos y medios acceden a Internet”, señala Mats Granryd, director general de la GSMA. La desaceleración de la tasa de crecimiento de la adopción de Internet móvil es preocupante. La falta de conectividad privará a miles de millones de personas del acceso a servicios esenciales y a diversas oportunidades de generación de ingresos, lo que probablemente afectará desproporcionadamente a los usuarios rurales y a las mujeres más pobres y con menor nivel educativo. A medida que la crisis del costo de vida y las crecientes emergencias relacionadas con el clima impactan aún más a estos grupos, existe una necesidad urgente de acelerar la inclusión digital y eliminar barreras para evitar que la brecha digital siga ampliándose. .

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