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Diversa

El Creador en el cine, el veredicto editorial

Estrenada en cines el 27 de septiembre, la nueva película de Gareth Edward, director del astuto Monster en 2010, del torpe Godzilla en 2014 pero también y sobre todo de Rogue One en 2016, uno de los mejores episodios de la saga Star Wars, fue "tanto más esperada cuanto que se trata de una película original de ciencia ficción basada en un tema de gran actualidad: los peligros de la inteligencia artificial". Tiene lugar en un futuro cercano donde los humanos y la inteligencia artificial (IA) libran una guerra despiadada. Joshua, un soldado estadounidense infiltrado en Asia, tiene la tarea de encontrar un arma creada por una IA y destruirla. Pero descubre que el arma en cuestión no es otra que una niña de 6 años.

Aun antes de centrarnos en su historia, The Creator sorprende por su fenomenal tratamiento visual, que recuerda tanto a Star Wars como a Blade Runner. El alucinante trabajo del director de fotografía Oren Soffer en la película, junto con brillantes efectos especiales, decorados y publicidad, la convierten inmediatamente en un punto de referencia del género.

¡¡¡¡Es demasiado bello

La película es una sucesión de impresionantes escenas futuristas inmersivas, una especie de mezcla onírica entre Akira y Apocalypse Now. Es simple, no habíamos visto un universo cinematográfico de ciencia ficción tan convincente y original desde la primera Star Wars, o más recientemente Dune de Denis Villeneuve.

¡¡¡Un escenario que no está a la altura del tema

Una demostración visual notable sirve a un escenario mucho menos impresionante, que lucha por establecer temas narrativos sólidos y duraderos. Luego navegamos hacia tierras desconocidas de ciencia ficción con un personaje cuya búsqueda nos resulta difícil comprender; este último afirma en medio de la película que si la humanidad desapareciera, sería una buena noticia, antes de intentar finalmente salvar a un niño-robot que aún no ha desaparecido. Soltó dos frases construidas en una hora de largometraje. No es mucho a lo que apegarse y aun así tendrás que contentarte con ello. Luego avanzamos ciega y contundentemente hacia giros y vueltas y un resultado visualmente increíble, pero predecible. Es cierto que los personajes caricaturizados y las muy limitadas interpretaciones del hijo de Denzel Washington no ayudan mucho. En cuanto al tratamiento de su tema principal, que es la IA, Gareth Edward nunca lo hace mejor o diferente de lo que James Cameron ya ha hecho con Terminator 1 y 2. La emoción que tanto busca despertar nunca alcanza su punto máximo, a lo que tampoco ayuda la partitura musical de Hans Zimmer.

Si el guión de The Creator hubiera estado a la altura de sus ambiciones visuales, la película habría sido un hito en la historia del cine de ciencia ficción. Al final, es sólo una buena película de palomitas de maíz y no es tan mala.

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