Se da la palabra a Barbara J. Rothstein, jueza que preside el caso££££
"Es cierto que la introducción de anuncios por parte de Amazon en su servicio de streaming, para los miembros Prime que optaron por pagar más para mantener el streaming sin publicidad, tuvo en última instancia un efecto en las carteras de esos suscriptores equivalente a un 'aumento de precio'", explicó Barbara J. Rothstein, jueza que preside el caso. Sin embargo, el tribunal está obligado a mantener la distinción entre la supresión de un beneficio y un aumento de precio por varias razones. En primer lugar, esta distinción se refuerza reiteradamente en los propios contratos. Las modificaciones y supresiones de beneficios están expresamente autorizadas en ambos contratos; en cambio, los aumentos de precio son limitados y solo se permiten bajo ciertas condiciones. El tratamiento separado y explícito de estos elementos tendría poco sentido si la eliminación de un beneficio pudiera transformarse en un aumento de precio simplemente reinterpretándolo de esta manera.
En conclusión, hay que leer la letra pequeña de las condiciones de uso...££££
Básicamente, habría bastado con leer la letra pequeña de las condiciones de uso, que nadie lee, para adivinar que tal cambio podría ocurrir. "La tarifa de suscripción para los suscriptores que no tomaron ninguna medida no cambió en absoluto", continuó el juez. "Solo los suscriptores que decidieron voluntariamente exponerse a un aumento de precio lo hicieron al optar explícitamente por la facturación de $2.99 al mes para evitar anuncios."
Por nuestra parte, ya les habíamos compartido nuestra opinión (aún sin cambios) sobre la estrategia de Amazon para su servicio Prime Video: Pérfido Prime Video: Dolby Atmos y Dolby Vision se acabaron (a menos que pagues)