Vinimos, vimos y Tron: ¡Ares ganó!

En 1982, Steven Lisberger, quien provenía de la animación experimental, revolucionaría el cine sin hacer temblar la taquilla, para gran consternación de Disney. Tron, si bien no fue un éxito, fue una verdadera inmersión en un mundo virtual, un desafío para la época. Precursora, exploró el tema de la inteligencia artificial y sus excesos, en la tradición de 2001: Una odisea del espacio. O la lucha entre usuarios y programas. La estética de Tron se magnifica en Tron: Ares, nuestra reseña está en línea. Pero sobre todo, fue la primera película cuyo diseño fue asistido por computadora, al menos para la mayoría de sus escenas de acción. Una primicia que le dio a Tron el estatus de película de culto para la mayoría de los geeks de todo el mundo. La tercera entrega de la franquicia, Tron: Ares, dirigida por Joachim Rønning, llega hoy a los cines. Y no hay duda: los códigos de diseño gráfico ambientados en 1982 y su estética neón no han envejecido ni un ápice.

Análisis completo para descubrir haciendo clic en Tron: Ares.